Coppola reinterpretó de forma elegante el "Drácula de Bram Stoker" con el atormentado Gary Oldman en el papel del legendario vampiro y con un reparto en el que le acompañaban Keanu Reeves, Winona Ryder y Anthony Hopkins.
A pesar de ser una más de las múltiples adaptaciones cinematográficas de la novela de Stoker, muchos la consideran como la versión más fiel a la novela original. Muestra de eso fue su buena acogida por el público y crítica, que se tradujo en cuatro nominaciones a los premios de la Academia en 1993, de los que ganó tres: mejor diseño de vestuario, mejor Maquillaje y mejor edición de sonido.
Su banda sonora fue compuesta por Wojciech Kilar, pero su tema final, "Love Song for a Vampire" ("Canción de amor para un vampiro") fue escrita por Annie Lennox, que consigue conectar perfectamente con el aire romántico que irradia la cinta de Coppola.
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